Nos encontramos en un mundo cada vez más conectado, internet de las cosas, grandes bases de datos, redes sociales, servicios en la nube, tramites en línea, la banca online, son solo algunos de la gran cantidad de servicios y productos que se ofrecen en la actualidad gracias a las computadoras personales, los dispositivos móviles y el crecimiento de internet.
¿Estamos preparados? Depende. Tecnológicamente existen muchas soluciones, pero a nivel de recursos humanos y la
disputa entre intereses entre los diversos actores generan que sea complicado generar acuerdos a favor del usuario.
La industria vende productos inseguros, los usuarios no están enterados hasta que tienen un problema, los gobiernos instan a realizar controles, las entidades de sociedad civil envían alertas sobre el mal uso de la tecnología por parte del gobierno.
Los constantes conflictos, la falta de marcos de referencia fundamentales, el des-entendimiento entre diversos actores, la falta de interés sobre la materia en general y las necesidades de soluciones mágicas muestran un panorama complejo.
Transformación digital, internet de las cosas, blockchain,
inteligencia artificial, chatbot, la nube, y otros nombres que parecen solucionar la vida a todo el mundo, en muchas ocasiones no generan soluciones reales sino que vuelven más complejo el panorama.
La necesidad de personal capacitado en diversas áreas técnico genera que se terminen derivando en soluciones que traen a futuro mayores conflictos.
Las tecnologías de la información y las comunicaciones están impactando de forma transversal a casi cualquier organización indistintamente de su tamaño, y la necesidad de formar las personas en sus distintos niveles de forma continua es prioritario. Sino se terminará utilizando productos o servicios que se desconocen su funcionamiento y en última instancia se perderá el control sobre los mismos.
Las soluciones mixtas suelen resolver la necesidad de "quick wins" a la vez que evita ceder el control total sobre un tercero, pero en si (dado los tiempos actuales) la importancia de desarrollar metodologías ágiles y el desarrollo de gestión orientada a procesos considerando la utilización de indicadores es fundamental para poder evaluar la
eficacia y eficiencia de las tareas así como instar a una
mejora continua.
Al hablar de ciberseguridad y ciberdefensa nos referimos en última instancia a la protección frente a las amenazas en entornos de red, que contienen en si mismo aspectos referentes a seguridad informática, de la información de redes y cuestiones normativas.
Recientemente la Argentina ha publicado su
Estrategia Nacional de Ciberseguridad de la República Argentina la cual desarrolla diversos aspectos sobre la temática en 5 principios rectores y 8 objetivos.
Principios Rectores de la Ciberseguridad
RESPETO POR LOS DERECHOS Y LIBERTADES INDIVIDUALES
LIDERAZGO, CONSTRUCCIÓN DE CAPACIDADES Y FORTALECIMIENTO FEDERAL
INTEGRACIÓN INTERNACIONAL
CULTURA DE CIBERSEGURIDAD Y RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
FORTALECIMIENTO DEL DESARROLLO SOCIOECONÓMICO
Objetivos de la Estrategia Nacional de Ciberseguridad
Objetivo 1) Concientización del uso seguro del Ciberespacio.
Objetivo 2) Capacitación y educación en el uso seguro del Ciberespacio.
Objetivo 3) Desarrollo del marco normativo.
Objetivo 4) Fortalecimiento de capacidades de prevención, detección y respuesta.
Objetivo 5) Protección y recuperación de los sistemas de información del Sector Público.
Objetivo 6) Fomento de la industria de la ciberseguridad.
Objetivo 7) Cooperación Internacional.
Objetivo 8) Protección de las Infraestructuras Críticas Nacionales de Información.
A líneas generales se considera fundamental la vinculación entre los distintas partes que interactúan para poder lograr una legitimidad desde la participación y entendimiento entre todos. Si la visión no es integradora con el correr del tiempo los conflictos aparecerán, en muchas ocasiones es mejor desarrollar las tensiones de forma explícita y de forma temprana en un entorno controlado.
A la vez se considera de suma importancia las cuestiones vinculadas a la formación en todos los niveles de la organización, la toma de decisiones basadas en evidencia y datos, a la vez que una correcta evaluación de los recursos materiales, técnicos y humanos disponibles.