La película American Factory muestra de forma sagaz el choque cultural entre trabajadores estado unidenses y dirigentes chinos que buscan invertir en una fabrica cerrada en Dayton, Ohio.
El film documental, muestra una dura realidad: la precarización laboral.
Pero esta sentencia no es a priori negativa hacia la industria china, la cual, invierte capital. Sino más bien a la industria en general.
Los empelados, en su mayoría norte americanos, buscan subsistir a una crisis generalizada. Pero carecen de herramientas, por diversas razones. Sus labores son en muchos casos manuales, reiterativos y si bien cuenta con cierta calificación, no se observa una posibilidad de crecimiento o ascenso en el desarrollo de sus tareas.
Pero los chinos también tienen sus temas, si bien intentan, no logran entender la cultura estado unidense, el fanantismo por la empresa por más de generar grandes problemas, el aislamiento familiar, el stress y la el trabajo excesivo.
En una reunión a un grupo de empleados chinos, que se hacían separado de los del resto, se les dice: acá pueden insultar al presidente del país si quieren y no tendrán represearias.
Los gremios son una fantasía porque si bien existen no representan realmente a los empleados. La industria se maneja de forma cuasi militarizada, con mecanismos de control como la culpa o el miedo.
No se puede separar la vida laboral de la vida personal,
¡HAY CASAMIENTOS EN LAS PROPIAS FIESTAS EMPRESARIALES!
Ciertamente la cultura choca. Y aparecen la idea de sindicato.
El film es crudo, realista. Fuerte, pero equilibrado.
Una película que es muy recomendable ver, no solo para entender las culturas, sino también las necesidades y prioridades de cada uno.
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