El poder, en última instancia, es unas ansias de satisfacción personal que en general se manifiesta de forma egoísta y no orientada al bien común, y es frecuente que se genere mediante el sometimiento a otras personas.
Más allá del tipo de personalidad que pueden tener estas personas (controladoras, manipuladoras, etc) hay distintas formas por las cuales existe una coacción directa o indirecta que buscan apaciguar la personalidad del individuo evitando su desarrollo tanto personal como profesional, acá se listarán algunas frecuentes:
• Mediante las amenazas
• Coartando la vinculación con otras personas
• Negar de forma injustificada derechos
• Limitando la formación del individuo
• Trato hostil
• Privarlo de información útil para su desempeño
• Asignación de plazos imposibles
• Asignación de tareas por encima o por debajo de su capacidad
Cabe destacar que este tipo de acciones se suelen generar fundamentalmente mediante el miedo, en muchos casos utilizando el oscurantismo o el oscurantismo deliberado, ya sea por normativas excesivamente extensas, de imposible cumplimiento o no utilizadas en la práctica.
No le temas a los insultos, ironías o descalificaciones. Son para que tengas miedo de hablar y te calles y entonces se impongan las ideas más absurdas ante tu silencio.— DardoG (@dardogasparre) 3 de noviembre de 2018
Cuando las pautas son poco claras, difusas, ambiguas o dan lugar a distintas interpretaciones, o por ejemplo una falta de comunicación clara o documentación sobre actividades con herramientas que dejen constancia en ambas partes, pueden dar lugar a este tipo de abusos.
Existen buenas técnicas de trabajo que se utilizan por ejemplo en Project Managment, tales como el modelo RACI de asignación de responsabilidades, los diagramas de Gantt y la definición de plazos realistas.
Específicamente en tecnología se encuentran las normas ITIL así como también algunas otras buenas prácticas que permiten reducir el stress teniendo bien definiendo plazos, tiempos, procesos y responsabilidades.
La gestión de grupos de trabajos mediante el temor (incluso simbólico) es sumamente perjudicial generando vías alternativas de escape poco honestas que producen más perjuicios.
Los ambientes tóxicos terminan generando un daño al grupo en su conjunto y a la vez degrada el trabajo colaborativo, con esto la confianza entre los distintos miembros y la creatividad que permite mejorar la personalidad y el entorno en general.
Una buena práctica para evaluar estas cuestiones es mantener una documentación personal diaria donde uno puede evaluar, con el correr del tiempo y desde distintos enfoques, si uno puede o no desarrollarse en el grupo.
La información que ofreces es muy interesante, me encantaría seguir leyéndote. Mucha suerte!
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